Orden de 20 de junio
de 2011
(BOJA núm. 132, de 7 de julio)
ANEXO
I
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PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN SUPUESTOS DE ACOSO ESCOLAR
Características del acoso escolar
El acoso escolar es entendido como el maltrato psicológico, verbal o físico hacia un alumno o alumna producido por uno o más compañeros y compañeras de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.
Es importante no confundir este fenómeno con agresiones esporádicas entre el alumnado y otras manifestaciones violentas que no suponen inferioridad de uno de los participantes en el suceso y que serán atendidas aplicando las medidas educativas que el centro tenga establecidas en su plan de convivencia y, en todo caso, de acuerdo con lo especificado en los Decretos 327/2010 y 328/2010, ambos de 13 de julio, por los que se aprueban los Reglamentos Orgánicos de los institutos de educación secundaria, y de las escuelas infantiles de segundo ciclo, los colegios de educación primaria, los colegios de educación infantil y primaria y los centros públicos específicos de educación especial.
El acoso escolar presenta las siguientes características:
•
Intencionalidad. La agresión producida no constituye un hecho aislado
y se dirige a una persona
concreta con la intención de convertirla en víctima.
•
Repetición. Se expresa en una acción
agresiva que se repite en el tiempo
y la víctima la sufre
de forma continuada, generando en ella la expectativa de ser blanco
de futuros ataques.
•
Desequilibrio de poder.
Se produce una desigualdad de poder físico,
psicológico o social,
que genera
un desequilibrio de fuerzas en las relaciones interpersonales.
•
Indefensión y personalización. El objetivo del maltrato suele ser un solo alumno
o alumna, que es colocado de esta manera
en una situación de indefensión.
•
Componente colectivo o grupal. Normalmente no existe un solo agresor
o agresora, sino
varios.
•
Observadores pasivos. Las situaciones de acoso normalmente son conocidas por terceras
personas que no contribuyen suficientemente para que cese la agresión.
Tipos de acoso
La agresión y el acoso pueden adoptar distintas manifestaciones:
•
Exclusión y marginación social.
• Agresión verbal.
•
Vejaciones y humillaciones.
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•
Agresión física
indirecta.
• Agresión
física directa.
• Intimidación,
amenazas, chantaje.
•
Acoso a través
de medios tecnológicos o ciber-acoso. Intimidación, difusión de insultos, amenazas o publicación de imágenes
no deseadas a través del correo
electrónico, páginas
web o mensajes en
teléfonos móviles.
•
Acoso o agresión
contra la libertad
y orientación sexual.
•
Acoso sexual o abuso sexual.
Consecuencias del acoso
•
Para la víctima: puede
traducirse en fracaso
escolar, trauma psicológico, riesgo físico, insatisfacción, ansiedad, infelicidad, problemas de personalidad y riesgo para su desarrollo equilibrado.
•
Para el agresor o agresora: puede ser la antesala de una futura conducta antisocial, una práctica
de obtención de poder basada en la agresión, que puede perpetuarse en la vida adulta e, incluso, una sobrevaloración del hecho violento
como socialmente aceptable y recompensado.
•
Para los compañeros y compañeras
observadores: puede conducir a una actitud pasiva y complaciente o tolerante ante
la injusticia y una percepción equivocada de valía
personal.
PROTOCOLO
Paso 1. Identificación y comunicación de la
situación
Cualquier miembro de la comunidad educativa que tenga conocimiento o sospechas de una situación de acoso sobre algún alumno o alumna, tiene la obligación de comunicarlo a un profesor o profesora, al tutor o tutora, a la persona responsable de la orientación en el centro o al equipo directivo, según el caso y miembro de la comunidad educativa que tenga conocimiento de la situación. En cualquier caso, el receptor o receptora de la información siempre informará al director o directora o, en su ausencia, a un miembro del equipo directivo.
Paso 2. Actuaciones inmediatas
Tras esta comunicación, se reunirá el equipo directivo con el tutor o tutora de los alumnos o alumnas afectados y la persona o personas responsables de la orientación en el centro para recopilar información, analizarla y valorar la intervención que proceda.
La realización de esta reunión deberá registrarse por escrito, especificando la información recogida y las actuaciones acordadas.
En todos los casos en que se estime que pueda existir una situación de acoso escolar se informará del inicio del protocolo de actuación al Servicio Provincial de Inspección de Educación.
Paso 3. Medidas de urgencia
En caso de estimarse necesario, se adoptarán las medidas de urgencia que se requieran para proteger a la persona agredida y evitar las agresiones:
•
Medidas que garanticen la inmediata seguridad del alumno o alumna acosada,
así como medidas específicas de apoyo y ayuda.
•
Medidas cautelares dirigidas al alumno o alumna acosador.
Paso 4. Traslado a las familias o responsables legales del alumnado
El tutor o tutora, o la persona o personas responsables de la orientación en el centro, previo conocimiento del equipo directivo, con la debida cautela y mediante entrevista, pondrán el caso en conocimiento de las familias o responsables legales del alumnado implicado, aportando información sobre la situación y sobre las medidas adoptadas.
Paso 5. Traslado al resto de profesionales que atienden al alumno o alumna acosado
El director o directora, con las debidas reservas de confidencialidad y protección de la intimidad de los menores afectados y la de sus familias o responsables legales, podrá informar de la situación al equipo docente del alumnado implicado. Si lo estima oportuno informará también al resto del personal del centro y a otras instancias externas (sociales, sanitarias o judiciales, en función de la valoración inicial).
Paso 6. Recogida de información de distintas fuentes
Una vez adoptadas las oportunas medidas de urgencia, el equipo directivo recabará la información necesaria relativa al hecho de las diversas fuentes que se relacionan a continuación:
•
Recopilación de la documentación existente sobre el alumnado
afectado.
•
Observación sistemática de los indicadores señalados: en espacios comunes
del centro, en clase, o en actividades complementarias y extraescolares.
•
Asimismo, la dirección del centro solicitará al departamento de orientación o al equipo
de orientación educativa que, con
la colaboración de la persona
que ejerce la tutoría, complete la información. Esto se hará,
según el caso, observando al alumnado afectado, contrastando opiniones con otros compañeros y compañeras, hablando con el alumnado
afectado o entrevistando a las familias o responsables legales
del alumnado. Si se estima
conveniente, se completará la información con otras fuentes
complementarias, tales como el personal
de administración y servicios, o personal de los servicios sociales correspondientes.
•
Una
vez recogida toda la información, el director o directora del centro realizará un informe con los
datos obtenidos, para
lo que contrastará la información aportada por las diferentes fuentes.
En este proceso se deben considerar los siguientes aspectos:
• Garantizar la protección de los menores
o las menores.
• Preservar su intimidad y la de sus familias
o responsables legales.
• Actuar de
manera inmediata.
• Generar un clima de confianza básica
en los menores o las menores.
• Recoger todo tipo de pruebas e indicadores.
• No duplicar
intervenciones y evitar dilaciones innecesarias.
Paso 7. Aplicación de correcciones y medidas disciplinarias
Una vez recogida y contrastada toda la información, se procederá por parte del director o directora del centro a la adopción de correcciones a las conductas contrarias a la convivencia o de medidas disciplinarias al alumnado agresor implicado, en función de lo establecido en el plan de convivencia del centro, y, en cualquier caso, de acuerdo con lo establecido en el Capítulo III del Título V de los Decretos 327/2010 y 328/2010, ambos de 13 de julio. Estas correcciones o medidas disciplinarias se registrarán según lo establecido en el artículo 12.1 de la presente Orden.
Paso 8. Comunicación a la comisión de convivencia
El director o directora del centro trasladará el informe realizado tras la recogida de información así como, en su caso, las medidas disciplinarias aplicadas, a la comisión de convivencia del centro.
Paso 9. Comunicación a la inspección educativa
El equipo directivo remitirá el informe al Servicio Provincial de Inspección de Educación, sin perjuicio de la comunicación inmediata del caso, tal como se establece en el Paso 2 de este protocolo.
Paso 10. Medidas y actuaciones a definir
El equipo directivo, con el asesoramiento de la persona o personas responsables de la orientación educativa en el centro, definirá un conjunto de medidas y actuaciones para cada caso concreto de acoso escolar. Asimismo, si se considera necesario, podrá contar con el asesoramiento del Gabinete Provincial de Asesoramiento sobre la Convivencia Escolar y de la inspección educativa.
Estas medidas y actuaciones se referirán, tanto a las que sean de aplicación en el centro y en el aula, como a las que sean de aplicación al alumnado en conflicto, que garanticen el tratamiento individualizado tanto de la víctima como de la persona o personas agresoras, incluyendo actuaciones específicas de sensibilización para el resto del alumnado así como para el alumnado observador. Todo ello, sin perjuicio de que se apliquen al alumnado acosador las medidas correctivas recogidas en el plan de convivencia.
Con carácter orientativo, se proponen las siguientes medidas y actuaciones para cada caso de acoso escolar:
•
Actuaciones con la persona
acosada: actuaciones de apoyo y protección expresa
e indirecta, actividades de
educación emocional y estrategias de atención y apoyo social, intervención individualizada por la persona orientadora para el aprendizaje y desarrollo de habilidades sociales, de comunicación, autoestima y asertividad y derivación, si procede, a servicios de la Consejería competente en materia
de protección de menores.
•
Actuaciones con el alumnado agresor: aplicación de las correcciones correspondientes estipuladas en el plan
de convivencia, actuaciones educativas en el aula de convivencia del centro, en su caso,
o programas
y estrategias específicos de modificación de conducta y ayuda personal, y derivación, si procede, a servicios de la Consejería competente en materia
de protección de menores.
•
Actuaciones con los compañeros y compañeras observadores pasivos: actuaciones de desarrollo de habilidades sociales, de comunicación, emocionales y de empatía, campañas
de sensibilización así como actividades de mediación y de ayuda
entre iguales.
•
Actuaciones con las familias: orientaciones sobre cómo ayudar
a sus hijos o hijas,
sean víctimas o
agresores, actuaciones para una mejor coordinación y comunicación sobre el proceso socioeducativo de sus hijos o hijas, información sobre posibles apoyos externos y seguimiento de los mismos, así como establecimiento de compromisos de convivencia.
•
Actuaciones con el profesorado y el personal
de administración y servicios: orientaciones sobre cómo intervenir positivamente en la situación y cómo hacer
el seguimiento, orientaciones sobre indicadores de detección, así
como actividades de formación específica.
La dirección del centro se responsabilizará de que se lleven a cabo las medidas y actuaciones previstas, informando periódicamente a la comisión de convivencia, a las familias o responsables legales del alumnado y al inspector o inspectora de referencia del grado del cumplimiento de las mismas y de la situación escolar del alumnado implicado.
Paso 11. Comunicación a las familias o responsables legales del alumnado
Se informará a las familias del alumnado implicado de las medidas y actuaciones de carácter individual, así como las medidas de carácter organizativo y preventivo propuestas para el grupo, nivel y centro educativo, observando en todo momento confidencialidad absoluta en el tratamiento del caso.
Paso 12. Seguimiento del caso por parte de la inspección educativa
El inspector o inspectora de referencia realizará un seguimiento de las medidas y actuaciones definidas y aplicadas, así como de la situación escolar del alumnado implicado.
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